- La dermatitis atópica es una de las patologías de la piel más frecuentes, sobre todo en la infancia, donde su prevalencia alcanza hasta el 20%. Con el paso del tiempo, tiende a desaparecer, sin embargo, en los casos en los que permanece, suele revestir mayor gravedad.
- El picor asociado a la dermatitis atópica llega a mermar gravemente la calidad de vida de los pacientes y, en el caso de los niños, supone un auténtico quebradero de cabeza para los padres. Los cuidados son esenciales para romper con la espiral de picor y rascado que padecen las personas con pieles atópicas.
- La llegada del otoño, para el que apenas quedan unos días, es precisamente una de las estaciones, junto a la primavera, en la que los síntomas de estos pacientes suelen exacerbarse.